About the Book
El presente trabajo, reúne en un solo documento, poco más de quince años de investigación motivada por una búsqueda afanosa, en momentos obsesiva, en otras paciente, reflexiva.Parafraseando a un viejo maestro el Dr. Francisco Miranda Godínez a quien siempre recuerdo "atendiendo a un deber que me he auto impuesto".Debo decir que he sido yo, a lo largo de todo ese tiempo, el patrocinador de los viajes que se han requerido, así como de los materiales necesarios. Algunas ocasiones, aprovechando las estancias accidentales en ciertos sitios.Haciendo a un lado, a veces, la ortodoxia y los cánones metodológicos de la ciencia social. Lo que se llama en términos del lenguaje coloquial "trabajar a mi aire".Digo; sin atender a los cortes diacrónicos tradicionales, para retomar el léxico de la academia. Enfocando como parte de un proceso que atañe a lo epistemológico, la teoría del conocimiento, aspectos y métodos tradicionales relativos a la antropología social, a la historia, a la sociología, a la etnografía, a la etnomusicología comparada, a la musicología, al coleccionismo y a la lingüística.Se trata o, traté, de intentar encontrar como tema de estudio, una explicación lógica a la maravillosa presencia secular del instrumento musical de mis amores. La guitarra y su música, en las jóvenes culturas de México. Me refiero a los grupos étnicos de ascendente indígena que conservan en cierta medida su costumbre y en otra han adoptado formas más externas.¿Por qué hago énfasis en los brincos y no digo saltos diacrónicos?, porque, brincos define con mayor certeza, la atemperanza, la no fluidez de un proceso, como lo es el caso de esta exhaustiva como reconfortante, disfrutable empresa; de manera "normal" si es que existe una manera normal. ¿A qué me refiero?, a que he trazado dos ejes de sincronía o, se me han presentado las cosas de esa manera, por una parte un eje que apunta al periodo de tiempo comprendido del año 1996 en que di inicio al trabajo, al presente año de 2014. Durante esos diez y seis años, he creído, he estado convencido, de haber terminado mi búsqueda, sin embargo, y sin saberlo, porque tengo derecho a la ignorancia, antes que yo, ya lo había dicho Baudelaire "Los libros no se terminan, se interrumpen". ¡Nada más cierto! El otro eje es el que se compone de los segmentos de tiempo comprendidos en ese lapso grande.Entonces, en el esquema tradicional de compromiso, ya sea académico o contractual, del cual por cierto no formo parte, por lo general, se imponen reglas que indefectiblemente, se tienen que cumplir, esas reglas son, entrega de informes para justificar un salario, o cumplir con una tesis para la obtención de un grado, entre otras.El esquema al que me refiero, es, el de lo recomendable de la necesidad de permanecer por largos periodos de tiempo, atendiendo a un método de investigación antropológico, incrustado y adaptado al esquema de vida de la comunidad o comunidades en donde se pretende acceder al conocimiento, vía la convivencia diaria. No es el caso de esta historia. El presente documento, es el resultado de visitas cortas, en diferentes etapas de mi vida reciente, es decir, trabajo rápido y preciso en combinación con el trabajo lento y reflexivo. Pero no he inventado nada nuevo, es solamente adecuación a los tiempos y a las posibilidades. Sin descartar a un aliado insospechado que ahora sé, acompaña a los hacedores de historias. La circunstancia, el azar...Dice el proverbio "Uno nunca sospecha, cuándo salta la liebre", y cuando salta la liebre... pedradas al matorral...Lo inmediatamente antes expuesto conlleva por cierto, ventajas y desventajas, riesgos que uno decide tomar o, dejar, errores y aciertos.