Una pareja de estudiantes alquila una casa para las vacaciones a un anciano que vive en la oscuridad. Él y ella se sorprenden, en pleno día, las cortinas están corridas, reina el olor a naftalina, las velas encendidas, no hay rastro de electricidad. Está pálido, casi rígido.

En el complejo descubren una mansión, el alquiler sería aceptable para un estudio. El parque es enorme, una enorme cantidad de árboles frutales, un jardín con abundantes hortalizas. Tendrán que limpiar la casa. No tiene agua corriente, luz ni gas. No dispone de alcantarillado, quizás un lujo que el propietario no se podía permitir.

Desde los primeros días ocurren hechos extraños, un fantasma parece rondar el lugar. Es una casa embrujada y, sin embargo, están muy lejos de Gales. No es Halloween. Fenómenos inexplicables, son paranormales, se suelta la palabra paranormal. No es un castillo, como mucho una mansión, una preciosa casa burguesa. Para algunos, lo paranormal también es una atracción. Apariciones en los pasillos, el miedo asoma la cabeza.

Emociones, un laberinto donde se da vueltas, terror fantasmal, hechos aterradores, pasar la noche en esta casa es peor que dormir en un cementerio. Una señora blanca entra al salón. Casi tienen ganas de llamar a Sir Stephen y a una dama llamada Mary. Esta residencia es un enigma. Quizás exista una leyenda.

Un monstruo, probablemente sólo sobrenatural, camina por el centro del jardín, acompañado de una manada de lobos. Lleva una máscara de arlequín. Es una idea divertida tener mascotas así.

Un demonio seguramente sacude este mundo, debió escapar de Edimburgo, un superviviente del clan Stuart. Sería más fácil practicar una visita nocturna a un asilo que quedarse en esta casa a medianoche.
Vagar solo por las catacumbas por la noche sería menos aterrador.

Los habitantes del pueblo les cuentan que los inquilinos de este lugar no se quedan más de una semana, desaparecen durante una noche. Al día siguiente, aparece el dueño y cierra la casa. Se esconden detrás de las cortinas para verlo. Verlo les da escalofríos. Tener miedo es común entre la gente de allá abajo. Probablemente lo esté siguiendo una manada de zombies, una hipótesis, es muy raro.

El aterrador ser parece ser el fantasma de una monja perteneciente a una familia que vivía en esta mansión. Sin duda tiene una historia, hay que ser historiador para encontrarla entre los mitos, leyendas y calumnias.

Los habitantes parecen saber el por qué de los misterios que rodean la casa, pero guardan silencio.

Una musaraña de pueblo, una mala lengua, una rumoreadora, se enoja porque no se van. La costumbre se ha roto, se quedan dentro de la casa del diablo, pero todos les tienen mucho miedo.

Este edificio es inquietante.

La pareja de estudiantes parece estar viviendo una película de terror, emociones aseguradas en esta casa abandonada. Se convierten en cazadores de fantasmas sin querer. Se convertirán en maestros en el arte del espiritismo.

Buscan el motivo de las manifestaciones anormales. En realidad no es un cuento de hadas, sino más bien parte de un juego de escape .