Esta monografía, tercer libro de la colección "Dibuja y pinta conmigo" (cinco en total), y es, como lo fueron los dos primeros, también este es fruto de más de sesenta años de experiencia.
He utilizado, principalmente, obras propias (en ocasiones he reproducido algunas pinturas realizadas a la edad de doce años) y como no: copias de obras de otros artistas para mostrar diferentes técnicas. Podría decirse que he procurado realizar un tratado completo en el que se explican, detalladamente, todas las técnicas y trucos de la pintura artística.
El primer libro de la colección (ya publicado) se tituló "Dibuja, pinta, ilustra" y pretendía ser una introducción a las tres técnicas, dejando para más adelante la publicación de tres monografías cuyo contenido profundizaría, de forma individual, en cada uno de ellos y reservando para un cuarto libro lo que pretenderá ser un tratado completo sobre la figura humana, profundizando tanto en el estudio de la misma como haciendo especial hincapié en cabezas, manos y pies.
Comenzaré con las técnicas de la pintura al óleo para referirme posteriormente a la acuarela, el gouache o témpera, el acrílico y, como no, el pastel. A su vez y como técnica especial, hablaré del dibujo digital. Un tema apasionante hoy y muy utilizado por ilustradores.
Todas las técnicas a las que me referiré resultan completamente distintas esto es: conocer el óleo no supone que se pueda dominar la acuarela ni las témperas, por ejemplo. Así, dedicaré parte del libro al estudio, como dije, de esas técnicas que van a resultar muy gratificantes si conseguimos dominarlas cuanto menos mínimamente. Ello sin olvidar que no resulta absurdo pensar que cabe la "mezcla" de técnicas, en efecto: podemos utilizar como base un dibujo a la acuarela y terminarlo con temperas o podemos comenzar nuestro lienzo con un boceto realizado con acrílicos para posteriormente concluirlo con óleo. Las técnicas mixtas nos ofrecen infinidad de posibilidades, trataremos algunas de ellas.
Dentro de la pintura al óleo, una parte muy interesante es la de los bocetos y los apuntes, apuntes y bocetos que en muchas ocasiones poseen una fuerza tal que pudiera incluso superar a la obra terminada. A ellos me referiré ampliamente.
Incidiré de forma especial en el dibujo/pintura del rostro humano, en sus expresiones, en la técnica para lograr que sus ojos tengan vida propia. Al respecto he de recordar que, si la figura humana plantea grandes problemas a la hora de dibujarla o pintarla, por encima de ella, con mayores dificultades, se encuentra el rostro humano que no sólo debe reunir unas proporciones exactas, sino que se le exige poseer vida propia.
El mejor tema a tratar a la hora de elegir rostros para nuestras pinturas (retratos, por ejemplo) es el tema de los ancianos, sus arrugas y su mirada profunda resultan sumamente interesantes y complejos, lograrlo es un reto, pero un reto maravilloso, qué duda cabe. Dentro del retrato un medio idóneo es la pintura al pastel, por su delicadeza y profundidad de los colores.
La acuarela es el vehículo ideal para lograr efectos maravillosos y combinada con el gouache (o éste en solitario) un medio perfecto para realizar ilustraciones.
Decir como punto final, recordando lo que dijo Thomas Alva Edison y repitieron después otros muchos, "la genialidad es el uno por ciento de inspiración y el noventa y nueve por ciento de transpiración".
Trabaja, dibuja, pinta sin desánimo y lograrás cuanto quieras.
Espero que todos mis manuales puedan resultar de utilidad a quienes los adquieran, que pueda servirles de guía en sus inicios, como me sucedió a mí, en mis primeros pasos, con los sabios consejos y enseñanzas de mi adorada madre.