los días cercanos
ya están aquí;
la tarde de mañana,
por ejemplo,
se asoma a mi ventana,
desde anoche...
RESEÑAS
No puedo disociar la idea de la poesía de la palabra "hallazgo", y de hallazgos puede presumir este libro donde lo más esquivo, la gracia, se ha avecindado; la gracia herida, porque donde menos uno lo espera, entre juego y juego, aparece una niña rota que no sólo tiene el don de ver lo que otros no ven sino de decirlo como si no se lo hubiera propuesto, como si un ángel -risueño a veces; terrible, otras- se lo hubiera soplado. La poesía de Teresa María Rojas no está hecha de versos sino de brotes, y todos esos brotes recuerdan un árbol: el del conocimiento del Bien y el Mal.
Orlando Gonzalez-Esteva
Es difícil hallar, dentro de Cuba, preocupaciones humanas vertidas de este modo. Es igualmente inencontrable una voz en el exilio unida a este sentir hondo y oscuro. En esta poesía descubrimos (además de metáforas y síntesis que marcan su estilo) un terreno vedado en donde la ferocidad, la ironía y la ternura concurren cara a cara y al mirarse contemplan, sorprendidas, su rara y subterránea semejanza.
Pedro J. de la Peña
Poesía de clara luz antillana, -de ala y raíz cubanas- americana, de herido paraíso y de recuperado fulgor. Ésta de Teresa María Rojas, que no teme ni a lo muy íntimo y secreto, ni a lo muy externo y difuso, porque todo -suma y síntesis de su mundo- le sirve para expresar su personal universo humano hacia el universo de todos.
Alberto Baeza Flores
"Magnífica actriz", me dije la primera vez que la vi actuar. "Encantadora mujer", comenté después de conocerla. Y desde que leí algunos de sus textos, añado siempre a sus otras cualidades: "Excelente poeta". Y ahora, después de haber leído esta colección de poemas titulados Los días cercanos, confirmo que Teresa María Rojas es una poetisa de sello propio y que la poesía brota de ella en forma tan legítima y espontánea como su legendario arte interpretativo.
Juan Cueto-Roig
About the Author: Teresa es habanera. De muy joven trabaja en la televisión cubana y en Prometeo, rigurosa sala de teatro, a la que agradece su formación actoral. Un día antes de Navidad, parte rumbo a Venezuela. Allí trabaja en Radio Caracas Televisión, hasta que, dos años más tarde, se establece en los Estados Unidos. En una breve lectura de su historial artístico destaca su actuación en la ciudad de México, representando a Cuba, durante el Primer Festival de Teatro Iberoamericano. Teresa ha incursionado en los mundos de la telenovela y el cine; su labor en teatro ha sido ampliamente reconocida en Cuba, Ecuador, Republica Dominicana; México, Estados Unidos y España. Pero, Miami es su casa. Aquí tiene a sus hijos y a dos nietos que adora, aquí escribe seis libros (que ya no le gustan) obtiene una maestría en psicología clínica; inventa (sin éxito) un zapato que vuela; y establece una relación de trabajo entrañable con el Miami Dade College, donde funda el grupo teatral Prometeo. Al jubilarse, le otorgan el título de Profesora Emérita. A lo largo de su intensa carrera, Teresa ha actuado, producido y dirigido decenas de obras, abarcando todos los géneros, desde los clásicos hasta el teatro invisible y callejero. En una ocasión produjo un "happening" teatral dentro de un autobús, mientras el público y los actores, paseaban por las calles de Miami. Ha sido objeto de múltiples distinciones, pero prefiere, mencionar solamente, tres de las más significativas: haber ganado importantes cátedras de teatro; cuando se desvela la placa, con su nombre, a la entrada del teatro Prometeo, en el recinto Wolfson del MDC, y de manos de su presidente, el Dr. Eduardo Padrón; y cuando recibe el prestigioso PREMIO A TODA UNA VIDA EN EL TEATRO, otorgado durante la XXVII edición del Festival Internacional de Teatro Hispano en Miami. Esta mujer afirma que todo el mundo es su pariente.